Veracruz y Xalapa, dos modelos de campaña

Carpe Diem

Manolo Victorio

En Xalapa, se hace política siempre.

Hay una derivación de la política, una ramificación romántica de esta ciencia, practicada por grupos de analistas políticos que deriva en una especie de política culinaria.

A veces gregarios, discordantes, coincidentes o divergentes en sus puntos de análisis a los periodistas les gusta juntarse para componer el mundo. El oficio los hace coincidir en tertulias mañaneras en torno a mesas de herradura o rectangulares donde suelen reunirse, en desayunos opíparos, con actores políticos, gubernamentales, religiosos, judiciales, sociales, oficiales u opositores, que aceptan un juicio verbal de tres horas.

Son los columnistas los santones que esclarecen la visión de la vida publica veracruzana, desde la Atenas, Xalapa.

Un grupo de estos analistas suelen desayunar en el restaurante huasteco Bacan Macut (tortilla enchilada) ubicado sobre la avenida 20 de noviembre.

El viernes pasado, mientras esperaban que el valet parking les entregara sus respectivos vehículos, después de desayunar con uno de los muchos candidatos a magistrados, jueces y juzgadores en la elección más bizarra de la historia moderna de este país, se armó el análisis banquetero, a botepronto, sobre las campañas locales que renovarán alcaldías en los 212 municipios veracruzanos, las únicas campañas que concitan interés entre la población.

La conclusión generalizada es que solo en contados municipios se viven campañas que concitan el factor de la competencia entre adversarios, factor que provoca el interés del votante potencial.

El consenso fue que la única campaña que vale la pena seguir día a día es la que se desarrolla en el Puerto de Veracruz, por los intereses en juego que tienen raíz en los centros de la política nacional y por los jaloneos internos observados al interior del Morena.

El segundo punto de análisis a ras de piso fue que, en Xalapa, municipio donde el neo sistema del Movimiento de Regeneración Nacional ganará ─caminando─ por la marca que ha construido, pese al estropicio heredado por Hipólito Rodríguez Herrero.

En Xalapa no hay competición, por tanto, el oficialismo magenta sólo da mantenimiento a la imagen de su candidata, Daniela Griego Ceballos, a través de espectaculares.

La impronta del rostro de la ex directora del Instituto de Pensiones del Estado, vendida electoralmente como buena administradora del peculio público, como la virtud política más importante, bastará para llevar al elector a la urna en cruce de recuadro a favor de Morena.

Son los dos municipios más importantes en el estado de Veracruz donde la Cuarta Transformación ensaya dos estrategias distintas.

Las condiciones de Xalapa, con un priismo humillado hasta por las huestes anarquistas que lo patean en espectáculo majadero al reventar las vidrieras de la sede tricolor, en machacona estrategia mediática que ofrece una visión publica que impedirá al PRI recomponer los espejos rotos de su propia memoria, no ofrecen una competencia real.

Silvio Lagos Galindo, con pantalones de mezclilla gastados, dos tallas más grande que su estructura corporal y con sus camisas bordadas con logos pequeñísimos, casi invisibles, del PRI, parece un evangelista tocando puertas en catequismos imposibles que intentan convencer a los moradores de las casas que hay una salvación por obra y gracia divinas de un sistema que gobernó al país por ocho décadas.

Pobre Silvio.

El cuento de la austeridad priista, la intentona del reciclaje necesario, ya no vende.

No carbura la campaña del priista en una capital donde el votante potencial aun no decide romper lanzas con Morena, debido al clientelismo efectivísimo de los programas sociales y también, hay que citar, por la obra pública realizada en las colonias.

El actor del Movimiento Ciudadano, Román Moreno Hernández, quien con el slogan propagandístico de «Xalapa, ta’quero mucho» busca un sentido de pertenencia político-culinaria con los votantes xalapeños, sólo es comparsa que busca una o dos regidurías en la próxima administración municipal, desbancando a través del marketing digital a los partidos opositores de raigambre tradicionalista como han sido el PAN y el PRI.

La candidata del PAN, Maribel Ramírez Topete, es joven y fotogénica, sale fresca en los espectaculares sembrados por las vialidades importantes de la capital veracruzana. Nada más.

A riesgo de ser señalados de ser generadores de violencia política en razón de género, el blanquiazul no tiene los elementos competitivos en esta elección municipal.

Quizá la apuesta del PAN sea también una regiduría para no perderse de los serenos privilegios de vivir fuera del presupuesto, diríase en recuerdo de la frase patentada por el «Tlacuache» Garizurieta.

En Xalapa, el sistema ganará.

Esa fue la conclusión de los analistas Pepe Valencia, Mario Javier Sánchez de la Torre, Norberto Galván y Sergio González Levet, quienes cruzaron opiniones con periodistas porteños respecto al escenario Veracruz Puerto.

Ahí también el consenso se centró que una competencia real, donde el Partido Acción Nacional, regenteado por los Yunes, buscará por medios lícitos o practicas oscuras, retener la alcaldía porteña.

Los analistas coinciden que la campaña emprendida por la también comunicóloga Rosa María Hernández Espejo es la real prueba competitiva de Morena.

La ventaja de Rosa María ha sido su incansable recorrido que ha mantenido en dos diputaciones federales y su contacto cercano a la gente a través del micrófono radiofónico.

En Veracruz la fusión, el maridaje del sistema de la cuatrote y el perfil de una real activista social tendrán que llegar en unidad al día de la de la elección que cerrará en el formalismo, una victoria cantada con mucha anticipación.

Será un triunfo de Morena.

Será también la oportunidad del pueblo, identificado electoralmente como la ciudadanía, de sacudirse una tiranía que sólo ha amasado fortunas personales a consta del servicio público.

Será un mensaje poderoso que redimensionará el poder del voto.

Será una movilización del pueblo asentado en 262 colonias y seis comunidades rurales.

Ahí radica la importancia de la elección porteña.

Dos mujeres representando dos caras de un movimiento.

Por un lado, Daniela Griego Ceballos, trepada en la ola imbatible de Morena en la ciudad de Xalapa, sólo surfeando una campaña de trámite, donde la estructura del Movimiento de Regeneración Nacional se encargará del llenado de las urnas a través del eufemismo de la movilización ciudadana.

Por el otro, una candidata ─también nacida en la oposición─ Rosa María Hernández Espejo, made in yourself, sobre cuyos hombros descansa un proyecto expansionista de Rocío Nahle García, quien desea entrar a bayoneta calada en los muros del palacio que representa al primer municipio en tierra continental para sembrar la bandera magenta en la cocina donde despachan aun sus adversarios.

(1)

Veracruz se blinda con miles de agentes federales ante la ola de violencia en plena campaña electoral

El Gobierno central envía 3.500 guardias nacionales y 300 agentes de la Fiscalía. Más de 75 candidatos piden protección tras el asesinato de cinco personas, cabecea el influyente diario El País, en despacho de la periodista Elena San José.

En el arranque de la cuarta semana de campaña, el despliegue ostentoso de la violencia institucionalizada ha inhibido a la violencia criminal.

Y eso, ya es ganancia para candidatos, partidos políticos; pero, sobre todo, para nosotros, electores de a pie.

(2).

En los nuevos tiempos, donde por primera vez una mujer, Norma Rocío Nahle García, despacha en Palacio de Gobierno luego de 84 gobernantes varones, también existe paridad en la estructura tripartita del estado veracruzano.

Tanya Carola Viveros Cházaro preside el Poder Legislativo como titular de la mesa directiva del primer año legislativo de la LXVII Legislatura.

En el Poder Judicial despacha ─también─ otra mujer que completa esta trinca femenina que trabaja en favor del estado autónomo de Veracruz.

A la magistrada presidente del Tribunal de Justicia, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, le tocó además el empalme histórico de la elección de juzgadores.

Así que será una elección esta del primer domingo de junio donde su trabajo sea evaluado directamente por las y los veracruzanos que decidirán si le otorgan un voto de confianza para seguir como titular del Poder Legislativo.

Y dentro de la esfera de sus competencias, en la pasada celebración del Día de la Maestra y del Maestro, la magistrada Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre acompañó a la gobernadora Rocío Nahle García y a la diputada Tanya Carola Viveros Cházaro, presidenta de la Mesa Directiva del Congreso, a la ceremonia conmemorativa realizada en el WTC en Boca del Río, donde se reconoció la entrega, vocación y compromiso de las y los docentes veracruzanos, pilares fundamentales en la formación académica y humana de niñas, niños, jóvenes y profesionistas.

Aprovechó para echarse un lecherito con Daniel Covarrubias López, presidente del Consejo Político y con Juan Nicolás Callejas Roldán, coordinador político de esta organización que rige la vida sindical de más de 27 mil docentes adscritos a la sección 32 del SNTE.

Ahí coincidieron en buscar una justicia moderna que beneficie a la población.

Que la justicia deje el escritorio y que sea más de territorio, es decir, que los justiciables, que somos todos, veamos un cambio, una empatía en los juzgadores.

columnacarpediem@gmail.com

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