LAE Gustavo Filobello Niño – Filomedios
Xalapa, Ver., 14 de agosto del 2024.- En las democracias, la votación libre de las mayorías elige a sus representantes políticos. El que tenga más votos será el ganador. Así de simple.
Pero cuando la votación no es libre y por el contrario es acosada y acotada por factores y presiones desde económicas, políticas hasta amenazas, ataques y agresiones físicas, los votos emitidos pueden ser invalidados.
Para eso hay un andamiaje político electoral mexicano que, además de muy costoso, está construido para evitar este fenómeno de presiones indebidas al voto libre. Bueno, se supone que así es la cosa.
Por eso y cuando hay denuncias de por medio, el Tribunal Electoral de la Federación, órgano máximo que determina la validez de las elecciones nacionales debió revisar los elementos y pruebas que los partidos opositores como el PRI, PAN y PRD les habían entregado para justificar que la elección presidencial debería ser anulada. Pues no, desecharon esta impugnación por improcedente y validaron el triunfo de Claudia Sheinbaum como Presidenta de México quien está a un día de recibir su Constancia Oficial que así lo acredita.
Pero está ratificación de Sheinbaum también desvela lo que es una realidad a gritos: ninguno de los tres partidos opositores aliados para la pasada elección hicieron bien su trabajo.
Su candidata Xóchitl Gálvez, un día si y otro también, acusó que la dejaron sola, que a la hora de enfrentar la derrota hasta le reclamaron por una llamada a la ganadora, que no hubo dinero suficiente para competir en propaganda, que algunos liderazgos estatales “pactaron” con Morena su próxima salida del poder para evitar les cayera la voladora de la ASF y sobre todo, que los únicos que aseguraron el triunfo, como diputados o senadores federales, son los líderes nacionales y sus colaboradores más cercanos.
Y como ejemplo que valida esta crítica de la candidata perdedora está el encontronazo al interior del PRI, uno de los 3 partidos opositores unidos, donde la cuestionada reelección de su dirigente Alejandro Moreno, Alito, también se acompaña de una purga de priistas que han criticado el actuar de su partido en el pasado proceso electoral fallido.
Otro es el PRD, que en días pasados reconoció que ya no hay más que hacer y su líder nacional ya está proyectando construir un nuevo partido con los restos que quedaron.
Y en el PAN, su Comisión Organizadora Nacional de Elecciones iniciará en Octubre la renovación de sus dirigencias.
Porque después de todas las impugnaciones, críticas y señalamientos, una vez entregada la Constancia de Ganadora a la Dra Sheinbaum, si en realidad los partidos opositores quieren transitar por los próximos 6años, deberán tender puentes de entendimiento con su gobierno.
Así es la democracia. Se gana o se pierde por 1 voto.
¿O usted que opina?
